Iglesia Parroquial de San Andrés Apóstol

La Iglesia Parroquial de San Andrés Apóstol es uno de los templos más impresionantes y monumentales de Valladolid, situada en la emblemática Plaza de San Andrés número 2, en el corazón del histórico barrio de San Andrés-Caño Argales. Este magnífico templo, conocido por albergar uno de los retablos barrocos más suntuosos de la ciudad y el único órgano barroco conservado en Valladolid, constituye un referente artístico y religioso de primer orden en la capital castellana.

Contenido

Raíces Medievales y Evolución Histórica

Los orígenes de la Iglesia de San Andrés se remontan al siglo XII, cuando existía en este lugar una humilde ermita dedicada al apóstol San Andrés. Este primitivo santuario cumplía una función tan peculiar como estremecedora: servía como lugar de sepultura para los ajusticiados de la ciudad de Valladolid. Entre los personajes históricos que reposaron temporalmente en su recinto destaca el célebre Condestable don Álvaro de Luna, ejecutado en 1453, cuyo cuerpo permaneció aquí hasta su traslado definitivo a la Capilla del Condestable en la Catedral de Toledo.

El crecimiento demográfico de Valladolid durante el siglo XV convirtió la modesta ermita en parroquia en el año 1482, pasando a servir espiritualmente a un populoso barrio en plena expansión. Sin embargo, el pequeño templo medieval pronto resultó insuficiente para las necesidades de una feligresía cada vez más numerosa.

Las grandes reformas de los siglos XVI y XVII

En 1527 se documenta la primera gran reedificación del templo, cuando el Ayuntamiento de Valladolid libró veinte mil maravedíes para «reparar e rehedificar» la obra de la iglesia, tal como recoge Juan Agapito y Revilla en su obra «Las Calles de Valladolid». Esta reforma dotó al templo de interesantes pinturas realizadas por Benedetto Rabuyate sobre el coro, tras la fachada principal.

Pero la iglesia no permanecería así por mucho tiempo. A finales del siglo XVI se acometió una profunda renovación y ampliación del edificio, gracias al mecenazgo de dos ilustres hijos de la parroquia que habían alcanzado altas dignidades eclesiásticas. El primero de ellos fue Fray Mateo de Burgos, nacido y bautizado en San Andrés, quien llegó a ser comisario general de la Orden Franciscana y confesor de la reina Margarita de Austria. Felipe III lo nombró obispo de Pamplona en 1601 y posteriormente obispo de Sigüenza en 1606, cargo en el que falleció en 1611.

Fray Mateo realizó una aportación singularísima al patrimonio de la iglesia: adquirió el precioso retablo gótico tardío que había pertenecido a la capilla mayor del Convento de San Pablo de Valladolid. Este retablo, obra maestra surgida de las ilustres manos de los Silóe y los Colonia, había sido sustituido en San Pablo por orden del Duque de Lerma, quien prefería un estilo más acorde con los gustos barrocos de la época. Esta joya del gótico final ennoblecería sobremanera la parroquia de San Andrés hasta 1740, cuando sería sustituida por el actual retablo barroco.

La culminación de las obras en el siglo XVIII

El segundo gran benefactor del templo fue Fray Manuel de la Vega y Calvo, también hijo de esta parroquia. Franciscano, predicador, lector de prima del convento de San Francisco de Valladolid y Comisario General de Indias desde 1758, el padre Vega costeó en 1772 las importantes obras de ampliación que configuraron el aspecto actual de la iglesia. Entre estas reformas destacó la construcción de la esbelta torre, diseñada por el arquitecto Pedro González de Ortiz y concluida en 1776.

La finalización de estas obras se celebró con fiestas solemnísimas los días 14, 15 y 16 de junio de 1776. Según relata el cronista Ventura Pérez, «los feligreses hicieron un poco de mogiganga, vestidos unos de ángeles, a caballo, otros de turcos, otros de indios, otro de moros», con volantes, hachas y gran algarabía, demostrando el júbilo del barrio. Estas celebraciones anticipaban la tradición festiva que ha llegado hasta nuestros días con la popular Fiesta de la Octava de San Andrés.

En agradecimiento a la magnanimidad del padre Vega, la parroquia grabó en la portada las armas o insignias de la Orden Franciscana, testimonio pétreo que aún hoy puede admirarse.

Cómo Llegar y Datos Prácticos para Visitantes

Localización Precisa

Dirección: Plaza de San Andrés, 2, 47004 Valladolid

Teléfono: 983 202 962

La iglesia se encuentra en pleno centro histórico de Valladolid, muy cerca de la comercial calle Mantería y a escasa distancia de la Plaza Mayor. Su ubicación privilegiada la convierte en parada obligatoria de cualquier itinerario turístico por la ciudad. Para quienes lleguen en transporte público, varias líneas de autobús urbano tienen paradas cercanas. Si viaja en coche, existen aparcamientos públicos en las proximidades.

Horarios de Eucaristía

Día Horario de Misas
Días laborables 12:00 h y 20:00 h
Vísperas de festivo 20:00 h
Domingos y festivos 12:00 h, 13:00 h y 19:00 h

Nota: Los horarios pueden sufrir variaciones en fechas señaladas como Semana Santa, Navidad y festividades especiales. Se recomienda confirmar telefónicamente antes de su visita.

Accesibilidad y Recomendaciones

El templo permanece abierto durante los horarios de culto y también puede visitarse en otros momentos previa coordinación. Se ruega mantener el debido respeto y silencio, especialmente durante las celebraciones litúrgicas. La entrada es gratuita, aunque se agradecen las donaciones voluntarias para el mantenimiento del patrimonio artístico.

Tesoros Artísticos: Arquitectura y Patrimonio Escultórico

Estructura Arquitectónica

El edificio presenta planta rectangular con una nave única de notables dimensiones, de la que sobresale la cabecera en forma pentagonal con contrafuertes que siguen la tradición gótica. La nave está cubierta con bóveda de cañón con lunetos, profusamente decorada con elegantes yeserías de placado muy plano que crean juegos de luces y sombras.

Entre los contrafuertes se disponen capillas-hornacina de estilo barroco, todas ellas cerradas con magníficas rejas de hierro forjado que constituyen auténticas obras de artesanía. El crucero se cubre con una cúpula rebajada sobre pechinas, decoradas con pinturas realizadas en 1733 por Ignacio de Prado, que sustituyeron a las anteriores de Bartolomé Carducho.

La Fachada: Ladrillo y Piedra

La fachada principal es un bello ejemplo del estilo arquitectónico vallisoletano de finales del siglo XVIII. Realizada fundamentalmente en ladrillo visto, presenta un telón donde destacan dos pilastras toscanas y un sencillo frontón. Bajo un arco de medio punto se abre la portada de piedra, en cuyo nicho se aprecia la imagen de San Andrés, escultura del siglo XVIII que identifica al titular del templo.

Como mencionamos, en la portada pueden apreciarse las armas de la Orden Franciscana, grabadas en honor al padre Vega, mecenas de la obra. La torre, de cuatro cuerpos, se eleva majestuosa sobre el conjunto, constituyendo uno de los hitos visuales del barrio.

El Retablo Mayor: Cumbre del Barroco Vallisoletano

Sin duda, la joya más preciada del templo es su espectacular retablo mayor, una obra maestra del barroco realizada entre 1741 y 1742 por el ensamblador Pedro Correas (o Juan de Correa, según algunas fuentes). El dorado fue ejecutado por Gabriel Fernández y las imágenes fueron policromadas en 1742 por Bonifacio Núñez.

Con una altura cercana a los 20 metros, este retablo es uno de los más suntuosos y ricos de cuantos existen en Valladolid. Montado sobre cuatro grandes columnas decoradas con motivos vegetales, el conjunto despliega toda la teatralidad y el dinamismo característicos del Barroco hispánico. Como es típico de este estilo, destaca la profusión de ángeles adosados que parecen sostener y venerar las esculturas sagradas.

La composición del retablo es de una complejidad admirable: en la parte inferior se encuentra el expositor para el Santísimo Sacramento, flanqueado por pequeñas imágenes de Santas Justa y Rufina. En la sección central, el retablo alberga imágenes de San Pedro (parte superior izquierda), San Pablo (parte superior derecha), San José (parte inferior derecha) y San Joaquín (parte inferior izquierda).

Presidiendo majestuosamente el conjunto, en el centro exacto del retablo, se encuentra la imagen del titular: San Andrés Apóstol. Por encima de esta escultura aparece la paloma representando al Espíritu Santo, más arriba un magnífico relieve de la Virgen de la Asunción, y rematando el rosetón mayor del retablo, la imponente imagen del Padre Eterno, completando así la representación de la Trinidad.

A los flancos del retablo mayor encontramos otros dos retablos de similar factura, que completan la decoración del presbiterio, creando un conjunto de extraordinaria coherencia estética y riqueza visual.

La Capilla de los Maldonado: Joya Renacentista

En el lado del Evangelio, junto al crucero, se encuentra la magnífica Capilla de los Maldonado o del Santísimo, construida en 1631 siguiendo los planos del arquitecto Francisco de Praves. Esta capilla, cubierta con cúpula, fue sufragada por miembros de la familia Maldonado, posiblemente familiares del Licenciado Diego Abarca Maldonado, Rector de la Universidad de Valladolid entre 1585 y 1586.

La capilla se encuentra cerrada con una hermosísima reja de forja de estilo barroco, verdadera obra maestra de la rejería castellana. En su interior destaca un retablo de inspiración renacentista, presidido por la imagen pictórica de la Virgen de los Ángeles, y rematado por un singular calvario formado por Cristo muerto en la Cruz, Santa Catalina de Alejandría y Santa Isabel de Portugal.

Pero las piezas más notables de esta capilla son las esculturas orantes de los Maldonado, talladas en alabastro por Pedro de la Cuadra. Estas figuras, situadas a cierta altura en los laterales de la capilla, representan a los mecenas en actitud de oración eterna, constituyendo uno de los conjuntos escultóricos funerarios más refinados del Renacimiento vallisoletano.

El Calvario de Gregorio Fernández

Una de las obras de mayor valor artístico del templo es el Calvario de la Capilla del Calvario, compuesto por tres magníficas esculturas: Cristo muerto en la Cruz, la Virgen María y San Juan Evangelista. Este conjunto fue tallado en 1610 por el insigne imaginero Gregorio Fernández, máximo exponente de la escuela castellana de imaginería barroca.

Las imágenes de San Juan y la Virgen María alcanzaron tal reconocimiento que formaron parte de la exposición «Las Edades del Hombre – Passio» en 2011, siendo seleccionadas entre las obras más representativas del arte sacro castellano. El dramatismo contenido, la perfección anatómica y la intensidad emocional de estas tallas las convierten en piezas fundamentales para comprender el genio de Fernández.

El Cristo Despojado y otras Imágenes Destacadas

En la Capilla de la Inmaculada, tercera del lado izquierdo, se venera la imagen del Santísimo Cristo Despojado, talla realizada en 1993 por el escultor murciano José Antonio Hernández Navarro. Esta imagen es propiedad de la Real Cofradía Penitencial del Santísimo Cristo Despojado, que tiene su sede canónica en este templo.

La capilla se cierra con una magnífica reja de forja barroca y cuenta con un majestuoso retablo de fino detalle y rico tallado, presidido por una imagen de la Inmaculada Concepción. Esta escultura de Cristo Despojado sustituyó a la original del siglo XIX que la cofradía había procesionado durante décadas.

En la Capilla de San Antonio de Padua se encuentra un retablo barroco presidido por una escultura de San Antonio de Padua, obra de Juan Pascual de Mena (1707-1784), destacado escultor del Barroco tardío. En la parte superior se venera una imagen de San Miguel de los Santos, fraile trinitario de gran devoción en la ciudad y coetáneo del padre Vega.

Entre otras imágenes destacables se encuentran San Sebastián, atribuida a Alejo de Vahía (hacia 1515), patrón de la Cofradía Sacramental de la parroquia, y San Isidro Labrador (hacia 1746), que fue titular de la cofradía del mismo nombre fundada en 1490 en esta iglesia.

El Órgano Barroco: Único en Valladolid

Una de las joyas más preciadas del templo, aunque menos conocida por el gran público, es su magnífico órgano barroco, el único de su tipo conservado en la ciudad de Valladolid. Este instrumento fue construido en 1784 por el maestro organero riojano Don Esteban de San Juan, y restaurado con excelente criterio en 1996 por el taller de Joaquín Lois.

El órgano está ubicado en la parte final del crucero, a la izquierda, en la entrada a la Capilla del Santísimo. Se trata de un instrumento de un teclado manual de 45 notas con octava corta y registros partidos, características típicas del órgano barroco español. Su sonoridad es excepcional, aprovechando la magnífica acústica del templo.

Este valioso instrumento es utilizado regularmente tanto en las celebraciones litúrgicas como en los numerosos conciertos de órgano que se organizan a lo largo del año. La Asociación «Manuel Marín» de Amigos del Órgano de Valladolid organiza periódicamente audiciones en este histórico instrumento, atrayendo a organistas de prestigio nacional e internacional y a numerosos aficionados a la música sacra.

Otras Piezas de Interés

En el baptisterio se conserva una antiquísima pila bautismal, testimonio de los siglos de historia parroquial. En el coro, situado sobre la entrada principal, se conservan elementos del mobiliario litúrgico histórico del templo.

El templo alberga también obras pictóricas de notable interés, incluyendo lienzos de artistas como Diego Valentín, Pedro Gil de Mena y Felipe Espinabete, que enriquecen el ya de por sí extraordinario patrimonio artístico de la iglesia.

Vida Litúrgica y Celebraciones Anuales

Cuaresma y Semana Santa: Tiempo de Pasión

La Iglesia de San Andrés cobra especial protagonismo durante la Cuaresma y la Semana Santa, al ser sede canónica de la Real Cofradía Penitencial del Santísimo Cristo Despojado, Cristo Camino del Calvario y Nuestra Señora de la Amargura, fundada en 1943 y con profundas raíces en la Juventud Obrera Católica vallisoletana.

Durante la Cuaresma se celebra el Solemne Triduo en Honor a Cristo Camino del Calvario a las 20:00 horas, momento en que los fieles pueden venerar esta histórica imagen del Museo Nacional de Escultura que procesiona la cofradía. Este acto reúne a numerosos devotos y prepara espiritualmente a los cofrades para los desfiles de Semana Santa.

En Semana Santa, la cofradía realiza varias salidas procesionales desde el templo. El Miércoles Santo a las 20:30 horas parte la procesión del Camino del Calvario. El Jueves Santo a las 21:15 horas sale la procesión del Cristo Despojado. Y en la madrugada del Viernes Santo, entre las 00:00 y las 01:00 horas, tiene lugar el silencioso y emotivo desfile de penitencia que recorre las calles del barrio de San Andrés.

La cofradía destaca por ser la única de Valladolid en la que los cofrades no llevan capirote en ninguno de sus actos o procesiones. Su hábito se compone de túnica gránate, capa color crema, cíngulo y lazo amarillo, calcetines blancos y zapatos negros, presentando una imagen distintiva y reconocible en el panorama cofrade vallisoletano.

Festividad del Titular y Otras Celebraciones

La festividad de San Andrés Apóstol, que se celebra el 30 de noviembre, constituye el momento culminante del año litúrgico parroquial. Esta jornada se conmemora con misas solemnes, exposición del Santísimo y actos de veneración al santo titular, congregando a toda la feligresía.

Una semana después tiene lugar la tradicional Fiesta de la Octava de San Andrés, celebración de profundo arraigo popular que hunde sus raíces en las antiguas fiestas del barrio documentadas desde el siglo XVIII. Esta festividad mantiene vivo el espíritu festivo y el buen humor que caracterizó históricamente a los habitantes del barrio de San Andrés.

Conciertos de Órgano y Actividades Culturales

Gracias a su excepcional órgano barroco y a su magnífica acústica, la Iglesia de San Andrés se ha convertido en uno de los escenarios preferidos para conciertos de órgano y música sacra en Valladolid. La Asociación «Manuel Marín» de Amigos del Órgano, en colaboración con la Asociación Organaria y con el patrocinio de la Fundación Municipal de Cultura, organiza regularmente audiciones en este templo.

Estos conciertos, de entrada libre, atraen tanto a melómanos como a visitantes interesados en conocer el patrimonio musical histórico de la ciudad. Organistas de prestigio nacional e internacional se dan cita en San Andrés para interpretar repertorios barrocos españoles y europeos, aprovechando las cualidades sonoras únicas de este instrumento del siglo XVIII.

El templo también acoge ocasionalmente conciertos de música coral, aprovechando su extraordinaria acústica que realza la belleza de la polifonía sacra.

Anécdotas Históricas y Curiosidades del Templo

El cementerio de los ajusticiados

Pocos vallisoletanos conocen que durante siglos la primitiva ermita de San Andrés fue el lugar de sepultura para los condenados a muerte ejecutados en Valladolid. Esta función macabra convertía el recinto en un espacio liminal entre la justicia terrenal y la misericordia divina. El caso más célebre fue el del Condestable don Álvaro de Luna, valido de Juan II de Castilla, ejecutado en Valladolid en 1453 tras caer en desgracia. Su cuerpo permaneció en la ermita de San Andrés hasta que su familia logró trasladarlo a su magnífico sepulcro en la Catedral de Toledo.

El retablo gótico perdido

Una de las grandes pérdidas patrimoniales de Valladolid fue la desaparición del magnífico retablo gótico que presidió la iglesia de San Andrés entre los siglos XVI y XVIII. Esta obra maestra, surgida de los talleres de los Silóe y los Colonia, había pertenecido originalmente al Convento de San Pablo y fue adquirida por el obispo Fray Mateo de Burgos cuando el Duque de Lerma decidió sustituirlo por otro más moderno.

Este retablo, que ennoblecía sobremanera la parroquia, fue desmontado en 1740 para dar paso al actual retablo barroco, perdiéndose para siempre una de las joyas del gótico final español. La decisión de sustituir una obra maestra gótica por otra barroca refleja los cambios de gusto artístico y las transformaciones litúrgicas de la época.

Las fiestas del barrio en 1776

Las crónicas de Ventura Pérez nos han legado una pintoresca descripción de las fiestas celebradas en junio de 1776 con motivo de la finalización de las obras de la torre. Los feligreses organizaron una «mogiganga» en la que algunos iban vestidos de ángeles a caballo, otros de turcos, indios o moros, llevando «volantes con hachas». El cronista comenta con ironía que «todo era un baturrillo sin pies ni cabeza», pero reconoce que demostraba el gran jolgorio y buen humor del barrio de San Andrés, tradición que ha perdurado hasta nuestros días.

El órgano que sobrevivió

El órgano barroco de San Andrés es el único de su tipo que se conserva en Valladolid, lo que lo convierte en un tesoro de valor incalculable. Muchos otros órganos históricos de la ciudad fueron destruidos durante la Guerra Civil, desmantelados por abandono o sustituidos por instrumentos modernos. La supervivencia del órgano de Esteban de San Juan se debe tanto a la suerte como al cuidado de sucesivas generaciones de párrocos y feligreses que supieron valorar su importancia.

Su restauración en 1996 por Joaquín Lois fue ejemplar, respetando escrupulosamente las características originales del instrumento y evitando cualquier modernización que alterase su sonoridad histórica. Hoy en día, este órgano permite escuchar la música tal como sonaba en el siglo XVIII, una experiencia auditiva única en Valladolid.

La cofradía sin capirote

La Real Cofradía del Santísimo Cristo Despojado presenta una particularidad única en el panorama cofrade vallisoletano: es la única cofradía de la ciudad cuyos hermanos no utilizan capirote en ninguna de sus procesiones o actos. Esta característica, que podría parecer una anécdota menor, la hace instantáneamente reconocible y refleja sus orígenes en la Juventud Obrera Católica, movimiento que buscaba formas de expresión religiosa más cercanas a la sensibilidad de los trabajadores.

Esta ausencia del capirote transmite una imagen de cercanía y humildad, diferenciando claramente a los cofrades del Despojado del resto de hermandades vallisoletanas.

Dos grandes benefactores nacidos en la parroquia

Es extraordinario que una misma parroquia haya visto nacer y bautizar a dos personajes que posteriormente alcanzarían altas dignidades eclesiásticas y que, con generosidad ejemplar, dedicarían su fortuna y sus esfuerzos a engrandecer el templo de su infancia. Tanto Fray Mateo de Burgos como Fray Manuel de la Vega y Calvo mantuvieron siempre un vínculo emocional con San Andrés, recordando sus orígenes humildes en este barrio popular vallisoletano. Sus aportaciones no solo embellecieron el templo, sino que también representan un ejemplo histórico de compromiso con las comunidades de origen.

Preguntas Frecuentes sobre la Iglesia de San Andrés

¿Cuáles son los horarios de misa en la Iglesia de San Andrés?

Los horarios de misa son: de lunes a sábado a las 12:00 h y 20:00 h; las vísperas de festivo a las 20:00 h; y los domingos y festivos a las 12:00 h, 13:00 h y 19:00 h. Se recomienda confirmar los horarios en fechas especiales.

¿Se puede visitar el interior de la iglesia fuera del horario de misa?

La iglesia permanece abierta principalmente durante los horarios de culto. Para visitas fuera de estos horarios es recomendable contactar previamente con la parroquia en el teléfono 983 202 962 para coordinar el acceso, especialmente si se desea realizar una visita cultural o fotográfica.

¿Qué hace especial al retablo mayor de San Andrés?

El retablo mayor, obra de Pedro Correas de 1741-1742, es uno de los más suntuosos de Valladolid con casi 20 metros de altura. Destaca por su impresionante arquitectura barroca, su profuso dorado, la calidad de sus esculturas policromadas y la complejidad de su composición iconográfica que representa a la Trinidad y santos de especial devoción.

¿Puedo escuchar el órgano barroco histórico?

Sí, el órgano construido en 1784 por Esteban de San Juan puede escucharse tanto en las celebraciones litúrgicas como en los conciertos organizados regularmente por la Asociación Manuel Marín de Amigos del Órgano. Estos conciertos son de entrada libre y se anuncian con antelación. La iglesia cuenta con una de las mejores acústicas de la ciudad para este tipo de interpretaciones.

¿Qué cofradía tiene su sede en este templo?

La Real Cofradía Penitencial del Santísimo Cristo Despojado, Cristo Camino del Calvario y Nuestra Señora de la Amargura tiene su sede canónica en la Iglesia de San Andrés desde 1961. Fundada en 1943, es conocida por ser la única cofradía de Valladolid en la que los hermanos no llevan capirote.

¿Dónde puedo ver obras de Gregorio Fernández en esta iglesia?

En la Capilla del Calvario se encuentra un magnífico conjunto escultórico de Gregorio Fernández realizado en 1610, compuesto por Cristo muerto en la Cruz, la Virgen María y San Juan Evangelista. Las imágenes de la Virgen y San Juan fueron seleccionadas para la exposición Las Edades del Hombre Passio en 2011, lo que da fe de su extraordinaria calidad.

¿Hay alguna historia curiosa sobre este templo?

Sí, varias. La más llamativa es que la primitiva ermita medieval servía como cementerio para los ajusticiados de Valladolid, incluyendo al famoso Condestable don Álvaro de Luna. También es fascinante que la iglesia poseyó un magnífico retablo gótico de los Silóe y los Colonia procedente del Convento de San Pablo, que lamentablemente se perdió al sustituirlo por el actual retablo barroco en 1740.

¿Es accesible la iglesia para personas con movilidad reducida?

El acceso al templo presenta algunos escalones en la entrada principal, lo que puede dificultar el acceso a personas con movilidad reducida. Para facilitar la visita en estos casos, es recomendable contactar previamente con la parroquia para que puedan ofrecer la asistencia necesaria o informar sobre posibles accesos alternativos.

¿Se celebran bodas en la Iglesia de San Andrés?

Sí, al tratarse de una parroquia activa, se celebran bodas y otros sacramentos. Para información sobre requisitos, documentación y reserva de fechas, es necesario contactar con el párroco durante el horario de atención parroquial o llamando al teléfono de la parroquia.

Enlaces de Interés

Semana Santa Valladolid