Iglesia del Real Monasterio de San Quirce y Santa Julita
La Iglesia del Real Monasterio de San Quirce y Santa Julita es uno de los templos más antiguos y venerables de Valladolid, situada en la histórica Plaza de la Trinidad. Este santuario cisterciense, vinculado a una comunidad monástica establecida desde el siglo XIII, constituye un testimonio excepcional de la vida contemplativa y del esplendor del barroco vallisoletano. Actualmente es sede de la Cofradía Penitencial de la Sagrada Pasión de Cristo, una de las hermandades más antiguas de la Semana Santa de Valladolid.
Contenido
- 1 Los Orígenes Medievales del Monasterio
- 2 Construcción del Templo Actual y Vicisitudes Históricas
- 3 Información Útil para Visitantes
- 4 El Patrimonio Artístico: Arquitectura y Retablos
- 5 Vida Cofrade: La Sagrada Pasión de Cristo
- 6 Curiosidades Históricas del Monasterio
- 7 Preguntas Frecuentes sobre la Iglesia de San Quirce
- 7.1 ¿Cuál es el origen del nombre San Quirce y Santa Julita?
- 7.2 ¿Se puede visitar el interior de la iglesia?
- 7.3 ¿Qué procesiones salen de este templo en Semana Santa?
- 7.4 ¿Qué significa el sonido de las esquilas en la procesión?
- 7.5 ¿Por qué esta cofradía asistía a los condenados a muerte?
- 7.6 ¿Qué es el Cristo de las Cinco Llagas?
- 7.7 ¿Qué pasó con las monjas que vivían aquí?
- 7.8 ¿Dónde se encuentra el humilladero de la cofradía?
- 8 Enlaces de Interés
- 9 Templos
- 9.0.1 Capilla Universitaria del Palacio de Santa Cruz
- 9.0.2 Iglesia Conventual de Porta Coeli
- 9.0.3 Iglesia de la Inmaculada Concepción
- 9.0.4 Iglesia de las Esclavas del Sagrado Corazón
- 9.0.5 Iglesia del Real Monasterio de San Quirce y Santa Julita
- 9.0.6 Iglesia Parroquial de Nuestra Señora del Carmen
- 9.0.7 Iglesia Parroquial de San Andrés Apóstol
- 9.0.8 Iglesia Parroquial de San Martín y San Benito el Viejo
- 9.0.9 Iglesia Parroquial de San Nicolás de Bari
- 9.0.10 Iglesia Parroquial de San Pedro Apóstol
- 9.0.11 Iglesia Parroquial de Santa María La Antigua
- 9.0.12 Iglesia Parroquial de Santiago Apóstol
- 9.0.13 Iglesia Penitencial de Jesús
- 9.0.14 Iglesia Penitencial de la Santa Vera Cruz
- 9.0.15 Iglesia Penitencial de Nuestra Señora de las Angustias
- 9.0.16 Monasterio de San Benito el Real
- 9.0.17 Real Iglesia Parroquial de San Miguel y San Julián
- 9.0.18 Real Monasterio de San Joaquín y Santa Ana
Los Orígenes Medievales del Monasterio
Los orígenes del monasterio se remontan aproximadamente al año 1256, aunque la documentación histórica precisa no aparece hasta principios del siglo XIV. Según diversos autores, este establecimiento cisterciense femenino fue uno de los primeros en instalarse en Valladolid, siendo el segundo más antiguo de la ciudad tras el célebre Monasterio de las Huelgas Reales.
Inicialmente, el convento se levantó con el título de Santa María de las Dueñas, en la margen derecha del río Pisuerga, al otro lado del Puente Mayor, en las afueras de la villa medieval. Este primitivo emplazamiento correspondería posteriormente al lugar donde se estableció el Hospital de San Lázaro.
El traslado a la ubicación actual
Durante el primer tercio del siglo XIV, el monasterio fue trasladado a su emplazamiento actual, junto a la Plaza de la Trinidad, en pleno centro de la ciudad. Este traslado se produjo gracias a la cesión de unas casas por parte de un noble de la familia Ulloa. Dos ilustres damas de la realeza fueron fundamentales para la consolidación económica del cenobio: la infanta de Portugal Doña Teresa Gil y la reina Doña María de Molina, quienes en sus respectivos testamentos de 1307 y 1321 legaron importantes cantidades al monasterio.
El historiador Matías Sangrador sitúa este traslado en los primeros años del siglo XIV, basándose precisamente en estas donaciones testamentarias, mientras que Juan Antolínez de Burgos lo ubicaba en la época de la primera guerra civil castellana. Sea como fuere, lo cierto es que desde hace más de siete siglos las monjas cistercienses han ocupado este lugar, manteniendo la regla de San Bernardo.
Patronazgo real y privilegios
El monasterio gozó de especial protección real a lo largo de los siglos. Diversos monarcas concedieron mercedes y privilegios: Enrique I, Enrique II, Carlos V, Felipe II y Felipe III. Especialmente generosa fue Doña Margarita de Austria, esposa de Felipe III, quien gustaba de acudir personalmente al monasterio para entablar conversación con las monjas.
Esta devoción real quedó materializada en la construcción de un pasadizo que comunicaba directamente el Palacio Real con la iglesia del monasterio, dotado de una tribuna desde la cual los reyes podían asistir a los oficios religiosos sin mezclarse con el pueblo. Este privilegio arquitectónico subraya la importancia que la corte concedía a esta comunidad religiosa.
Entre las monjas profesas del convento destacó Doña María de Colón, duquesa de Veragua, descendiente directa del Descubridor de América, quien incluso sufragó la construcción de una capilla propia en el monasterio.
Independencia del Monasterio de San Benito
Durante siglos, el Monasterio de San Quirce estuvo sujeto a la dependencia del poderoso Monasterio de San Benito el Real. Esta subordinación, que las monjas vivían con cierta incomodidad, se prolongó hasta el año 1632, cuando el Papa Urbano VIII emitió un breve desligando al convento de esta obediencia, concediéndole plena autonomía canónica.
Construcción del Templo Actual y Vicisitudes Históricas
El proyecto de Francisco de Praves
El edificio actual fue diseñado por el destacado arquitecto Francisco de Praves, «maestro de obras de Su Majestad», quien en 1620 realizó las condiciones y aceptó ejecutar las obras del conjunto monástico. El proyecto, aprobado en 1621, comprendía «el cuerpo de la iglesia mayor, sacristía, capítulo, escalera, claustro y sobreclaustro», siguiendo las trazas del propio Praves.
La iglesia se concluyó en 1632, presentando una sobria arquitectura de ladrillo y mampostería característica del estilo vallisoletano de la época. El templo adopta planta de cruz latina con arquitectura de orden dórico correspondiente al Renacimiento tardío y al Barroco inicial.
El incendio de 1893 y otras vicisitudes
En 1636, tan solo cuatro años después de la conclusión de las obras, el monasterio sufrió gravemente las consecuencias de una crecida del Pisuerga, que llegó a anegar parte del edificio. Esta inundación obligó a realizar importantes reparaciones y refuerzos estructurales.
Un episodio singular en la historia del templo tuvo lugar entre enero de 1893 y julio de 1895, cuando la iglesia acogió las funciones parroquiales de la iglesia de San Nicolás, que había sufrido un devastador incendio el 15 de enero de 1893. Durante más de dos años, los feligreses de San Nicolás celebraron sus oficios en San Quirce, evidenciando la capacidad de acogida del templo.
Entre 1884 y 1887, el monasterio también hospedó a las religiosas del Convento del Corpus Christi, mientras se construía su actual sede en el Paseo del Prado de la Magdalena.
Las grandes reformas del siglo XVIII
En 1743 se realizaron obras de gran importancia en el conjunto monástico, culminando al año siguiente con la inauguración del nuevo coro monástico. El cronista Ventura Pérez dejó constancia de estos acontecimientos en su Diario de Valladolid:
«Año de 1744, día 20 de agosto, se estrenó el coro nuevamente reparado del monasterio de San Quirce de esta ciudad; estuvo la iglesia ricamente adornada; asistió á la función el Ilmo. Sr. Delgado, obispo de esta ciudad; predicó un colegial de Santa Cruz, y el día siguiente hicieron la fiesta de San Quirico; predicó el predicador mayor de la Trinidad descalza, y el día siguiente hicieron la fiesta del Corazón de Jesús; predicó el P. Bastardea, de la Compañía de Jesús, catedrático de esta real Universidad, y se hicieron dos retablos nuevos en el coro; asistió la música de la Santa Iglesia».
Estas fiestas de tres días consecutivos con predicadores de prestigio, música de la Catedral y rica ornamentación, dan testimonio de la importancia social y religiosa del monasterio en el Valladolid del siglo XVIII.
El siglo XX y el traslado de las religiosas
En la segunda mitad del siglo XX, el conjunto monástico requirió importantes reformas debido a su deterioro. Las nuevas dependencias se inauguraron en 1967, modernizando las condiciones de vida de la comunidad religiosa.
Sin embargo, en 2018 se produjo un acontecimiento trascendental: las monjas cistercienses abandonaron San Quirce para trasladarse al Monasterio de Las Huelgas, ante la imposibilidad de mantener una comunidad suficientemente numerosa. Las dependencias conventuales fueron derribadas posteriormente para construir un centro geriátrico. Afortunadamente, la iglesia se conservó, manteniéndose como sede de la Cofradía Penitencial de la Sagrada Pasión de Cristo.
Información Útil para Visitantes
Ubicación y Datos de Contacto
Dirección: Plaza de la Trinidad, s/n, 47003 Valladolid
La iglesia se encuentra en la Plaza de la Trinidad, una de las plazas más emblemáticas del casco antiguo vallisoletano, muy próxima a la calle San Quirce y a pocos minutos a pie de la Plaza Mayor. El acceso es excelente tanto a pie como en transporte público, con varias líneas de autobús urbano con parada cercana.
Horarios de Apertura y Eucaristías
La iglesia abre principalmente para los actos de la cofradía y las celebraciones litúrgicas. Los horarios pueden variar, por lo que se recomienda consultar con la Cofradía de la Sagrada Pasión de Cristo para confirmar la apertura.
Oficina de la Cofradía: Calle Isidro Polo, 4, 47003 Valladolid
Horario de oficina: Lunes de 10:00 a 13:30 y de 18:00 a 21:00 horas; domingos antes de la misa de cofradía de las 13:00 horas
Misa de Cofradía | Horario |
---|---|
Domingos | 13:00 horas |
Recomendaciones para la Visita
Se recomienda coordinar la visita con los horarios de apertura de la cofradía o aprovechar los momentos de celebraciones litúrgicas. Durante la Cuaresma y Semana Santa, el templo cobra especial protagonismo con numerosos cultos y procesiones. La entrada es gratuita, aunque se agradecen las aportaciones voluntarias para el mantenimiento del patrimonio.
El Patrimonio Artístico: Arquitectura y Retablos
Arquitectura Exterior: Sobriedad Vallisoletana
La iglesia carece de fachada monumental, característica frecuente en los templos conventuales. Dispone únicamente de una portada de piedra entre dos contrafuertes, accesible desde la Plaza de la Trinidad. Esta portada consta de un vano adintelado con amplio entablamento, sobre el cual se eleva una pequeña portada rematada con frontón triangular decorado con bolas herrerianas.
En el centro del frontón se aprecia un relieve que representa la Asunción de la Virgen, rodeado a ambos lados por los escudos heráldicos del convento. La fachada, toda ella de ladrillo con encajonados de tierra según la tradición vallisoletana, transmite la sobriedad y austeridad propias del ideal cisterciense.
Interior: Planta de Cruz Latina y Orden Dórico
El interior presenta planta de cruz latina con una sola nave, cuya arquitectura de orden dórico corresponde a la época del Renacimiento tardío. El templo fue terminado en 1632, lo que explica la sobriedad decorativa y la claridad estructural que lo caracterizan. El crucero se cubre con cúpula rebajada sobre pechinas.
El coro, espacioso y de muy buenas luces, conserva una magnífica sillería de nogal que data del siglo XVIII. Este espacio, remodelado en 1744, constituye uno de los conjuntos corales más interesantes de los conventos vallisoletanos.
El Retablo Mayor: Obra Maestra de Blas Martínez de Obregón
La joya artística del templo es sin duda su espectacular retablo mayor, realizado en 1697 por el ensamblador Blas Martínez de Obregón, uno de los artífices más destacados del barroco vallisoletano. Este retablo ocupa todo el frente del ábside y representa una de las obras cumbre del estilo churrigueresco en la ciudad.
El retablo se estructura en dos cuerpos. El primero está dividido por cuatro imponentes columnas salomónicas cubiertas de profusa decoración vegetal tipo emparrado, característica del barroco pleno. En el centro del primer cuerpo se encuentra la magnífica imagen de San Bernardo de Claraval, fundador de la orden cisterciense, escultura de muy buena factura atribuida a Juan de Ávila.
Entre las columnas se sitúan las imágenes de San Benito de Nursia y Santa Escolástica, también atribuidas a Juan de Ávila. A los pies del retablo, flanqueando el conjunto, se encuentran las figuras de los titulares del monasterio: San Quirce (o Quirico) y Santa Julita, mártires cristianos del siglo IV venerados especialmente en la tradición cisterciense.
El segundo cuerpo del retablo presenta un magnífico relieve de la Asunción de la Virgen, tema mariano de especial devoción en el Císter. El ático, según la tipología de los Billota, está flanqueado por columnas salomónicas coronadas por angelotes que portan palmas del martirio en alusión al sacrificio de San Quirce y Santa Julita. En los extremos del ático figuran medallones con representaciones del Sol y la Luna, astros que habitualmente acompañan las escenas marianas.
Retablos Colaterales y Otros Tesoros
El templo conserva un excepcional conjunto de retablos que permite trazar la evolución de la retablística barroca vallisoletana. Los dos retablos colaterales son de estilo churrigueresco, consagrado el del evangelio a la Asunción y el de la Epístola a San Bernardo de Quintaval.
Frente a la puerta de entrada, en el cuerpo de la iglesia, hay un tercer altar dedicado a San José. Además, el templo posee un retablo rococó y otro prechurrigueresco situado junto a la reja del coro. Todos estos retablos están profusamente dorados, creando un conjunto de gran riqueza visual.
Vida Cofrade: La Sagrada Pasión de Cristo
Una de las Cofradías Más Antiguas de España
Desde el 23 de octubre de 1993, la iglesia es sede canónica de la Cofradía Penitencial de la Sagrada Pasión de Cristo, fundada en 1531. Esta hermandad es la segunda más antigua de las veinte cofradías que participan actualmente en la Semana Santa de Valladolid.
La cofradía tuvo su propia iglesia penitencial desde 1581 hasta que en el siglo XX sus imágenes fueron dispersadas. Tras décadas de peregrinar por diferentes templos, en 1993 recuperó su nombre histórico y gran parte de su patrimonio, estableciéndose definitivamente en San Quirce.
La Obra de Misericordia con los Ajusticiados
Una característica única de esta cofradía fue su dedicación a la asistencia espiritual de los condenados a muerte. Desde el siglo XVI hasta el XIX, los cofrades acudían a la cárcel para consolar a los reos, les vestían con túnica de bayeta negra, les hacían partícipes de las indulgencias papales y les acompañaban al patíbulo.
Tras la ejecución, recogían el cadáver del ajusticiado y le daban cristiana sepultura en su humilladero, situado más allá del Puente Mayor. Esta obra de misericordia, que podría parecer macabra, era considerada un supremo acto de caridad cristiana y distinguía a esta cofradía de todas las demás.
Procesiones y Actos de Semana Santa
La cofradía realiza varias salidas procesionales durante la Semana Santa:
Sábado de Pasión (19:00 horas): «Ejercicio Público de las Cinco Llagas». Los cofrades portan a hombros el Santísimo Cristo de las Cinco Llagas por las calles del barrio de San Quirce, con cinco actos de oración en distintos conventos de clausura.
Jueves Santo (20:00 horas): «Procesión de Oración y Sacrificio». Es la procesión titular de la cofradía, portando cuatro pasos: Nuestro Padre Jesús Flagelado (atribuido a Antonio de Ribera o Francisco Díez de Tudanca, hacia 1650), Nuestro Padre Jesús con la Cruz a Cuestas (Gregorio Fernández, 1614), Santísimo Cristo del Perdón (Bernardo del Rincón, 1656) y Santo Cristo del Calvario (anónimo castellano, mediados del siglo XVII). Los cofrades cercanos a los pasos llevan esquilas en el interior del hábito que suenan con el movimiento, dotando de sonoridad peculiar al desfile.
Viernes Santo (19:30 horas): «Procesión General de la Sagrada Pasión del Redentor». La cofradía acompaña al Santísimo Cristo del Perdón en el gran desfile que reúne a todas las hermandades de la ciudad.
El Hábito Cofrade
El hábito de la Cofradía de la Sagrada Pasión consta de túnica y capirote morado oscuro, capa blanca, cíngulo blanco, guantes blancos y zapatos negros. La túnica lleva bordado en oro el escudo de la cofradía con el anagrama IHS (Iesus Hominum Salvator).
Curiosidades Históricas del Monasterio
El pasadizo real que ya no existe
Uno de los elementos más singulares del conjunto, hoy desaparecido, era el pasadizo cubierto que comunicaba el Palacio Real con la iglesia del monasterio. Este corredor elevado permitía a los reyes Felipe III y Margarita de Austria acudir discretamente a los oficios religiosos, instalándose en una tribuna reservada desde la cual podían seguir la liturgia sin mezclarse con el pueblo. Esta conexión física entre el poder temporal y el espiritual subraya la importancia que la corte concedía al monasterio.
Una duquesa de sangre colombina
Entre las monjas que profesaron en San Quirce destaca Doña María de Colón, duquesa de Veragua, descendiente directa de Cristóbal Colón. Su presencia en el convento no solo ennoblecía la comunidad, sino que también aportó recursos económicos, pues sufragó la construcción de una capilla particular en el monasterio.
La inundación de 1636
En 1636, apenas cuatro años después de concluirse las obras de la iglesia, una terrible crecida del Pisuerga asoló Valladolid. Las aguas llegaron hasta los conventos de Santa Teresa y de San Quirce, causando graves daños. El monasterio tuvo que ser reedificado «con mucho más lucimiento que el que antes tenía», según palabras del cronista Canesi. En la fachada del templo aún puede verse una marca que señala la altura que alcanzaron las aguas en aquella catastrófica inundación.
El segundo monasterio más antiguo
San Quirce ostenta el honor de ser el segundo monasterio más antiguo de Valladolid, superado únicamente por las Huelgas Reales. Algunos autores, como Manuel Canesi, llegaron incluso a considerarlo «el primer convento de religiosas de la ciudad», aunque esta afirmación es objeto de debate historiográfico. Lo cierto es que más de siete siglos de historia contemplan estos muros.
Del claustro medieval apenas quedan restos
Lamentablemente, tras el traslado de las monjas en 2018 y el derribo de las dependencias conventuales para construir un centro geriátrico, del antiguo monasterio solo subsiste la iglesia. Del claustro original, que constaba de tres pisos realizados en ladrillo con pilares y arcos de medio punto, apenas quedan algunos restos testimoniales. Esta pérdida patrimonial, aunque dolorosa, al menos respetó el templo, que continúa sirviendo a la comunidad católica como sede cofrade.
Preguntas Frecuentes sobre la Iglesia de San Quirce
¿Cuál es el origen del nombre San Quirce y Santa Julita?
San Quirce (o Quirico) y Santa Julita fueron mártires cristianos del siglo IV. Según la tradición, Julita era una noble viuda de Iconio (actual Turquía) que huyó de la persecución con su hijo Quirce, de tres años. Ambos fueron martirizados por negarse a renegar de su fe cristiana. Su devoción se extendió especialmente entre los cistercienses.
¿Se puede visitar el interior de la iglesia?
La iglesia abre principalmente para los actos de la Cofradía de la Sagrada Pasión de Cristo y celebraciones litúrgicas. Para visitas culturales se recomienda contactar previamente con la oficina de la cofradía (C/ Isidro Polo, 4) en horario de lunes de 10:00 a 13:30 y de 18:00 a 21:00 horas, o acudir los domingos antes de la misa de 13:00 horas.
¿Qué procesiones salen de este templo en Semana Santa?
De San Quirce parten tres procesiones: el Sábado de Pasión a las 19:00 h sale el Ejercicio de las Cinco Llagas; el Jueves Santo a las 20:00 h la Procesión de Oración y Sacrificio con cuatro pasos; y el Viernes Santo la cofradía participa en la Procesión General. Además, otras cofradías realizan paradas y actos penitenciales frente al templo.
¿Qué significa el sonido de las esquilas en la procesión?
Los cofrades de la Sagrada Pasión que marchan más próximos a los pasos llevan en el interior de su hábito unas esquilas que suenan con el movimiento al caminar. Este tintineo característico, similar al de los antiguos cofrades que pedían limosna para los ajusticiados, dota a la procesión de una sonoridad única y evocadora en la Semana Santa vallisoletana.
¿Por qué esta cofradía asistía a los condenados a muerte?
Desde su fundación en 1531, la cofradía consideraba como obra de misericordia principal consolar a los reos, acompañarles en su última hora y darles cristiana sepultura. Esta práctica, basada en las obras de misericordia corporales y espirituales, se mantuvo hasta el siglo XIX. Los cofrades recogían limosnas tocando tristes campanillas y diciendo: «Hagan bien por el ánima de este hombre que sacan a ajusticiar».
¿Qué es el Cristo de las Cinco Llagas?
Es una imagen de Cristo Crucificado que presidía el humilladero o cementerio que la cofradía tenía para enterrar a los ajusticiados, situado más allá del Puente Mayor. Esta talla, que representa las cinco heridas de Cristo (manos, pies y costado), procesiona desde 1995 el Sábado de Pasión en un emotivo recorrido por el barrio de San Quirce con paradas en conventos de clausura.
¿Qué pasó con las monjas que vivían aquí?
Las monjas cistercienses ocuparon el monasterio desde el siglo XIII hasta 2018. Ese año, debido a la escasez de vocaciones y al envejecimiento de la comunidad, las religiosas se trasladaron al Monasterio de las Huelgas Reales. Las dependencias conventuales fueron posteriormente derribadas para construir un centro geriátrico, conservándose únicamente la iglesia como patrimonio histórico y sede cofrade.
¿Dónde se encuentra el humilladero de la cofradía?
El humilladero histórico de la Cofradía de la Pasión, donde enterraban a los ajusticiados, se encontraba en las afueras de la ciudad medieval, al otro lado del Puente Mayor. Actualmente ese lugar ha sido urbanizado y no quedan restos visibles del antiguo cementerio. El Cristo de las Cinco Llagas que lo presidía se conserva y procesiona desde la iglesia de San Quirce.
Enlaces de Interés
- Cofradía de la Sagrada Pasión de Cristo – Información Oficial
- Junta de Cofradías de Semana Santa de Valladolid
- Arzobispado de Valladolid
- Portal de Cultura y Turismo de Valladolid
- Ayuntamiento de Valladolid
- Diputación de Valladolid
Templos
Capilla Universitaria del Palacio de Santa Cruz
Iglesia Conventual de Porta Coeli
Iglesia de la Inmaculada Concepción
Iglesia de las Esclavas del Sagrado Corazón
Iglesia del Real Monasterio de San Quirce y Santa Julita
Iglesia Parroquial de Nuestra Señora del Carmen
Iglesia Parroquial de San Andrés Apóstol
Iglesia Parroquial de San Martín y San Benito el Viejo
Iglesia Parroquial de San Nicolás de Bari
Iglesia Parroquial de San Pedro Apóstol
Iglesia Parroquial de Santa María La Antigua
Iglesia Parroquial de Santiago Apóstol
Iglesia Penitencial de Jesús
Iglesia Penitencial de la Santa Vera Cruz
Iglesia Penitencial de Nuestra Señora de las Angustias
Monasterio de San Benito el Real
Real Iglesia Parroquial de San Miguel y San Julián
Real Monasterio de San Joaquín y Santa Ana